La alimentación está directamente relacionada con la esperanza y la calidad de vida. Nuestro organismo necesita una serie de nutrientes para funcionar correctamente, sin ellos o en cantidades inadecuadas sobrevienen las enfermedades, siendo el sobrepeso una de ellas y la causa de otras afecciones. Pero cuidar la alimentación no es necesario únicamente para prevenir el sobrepeso, nuestro cerebro también necesita una alimentación adecuada, del mismo modo que todos los órganos, músculos, tejidos y cada una de las células de nuestro cuerpo.
Sigue leyendo para descubrir qué debes comer para alargar tu esperanza de vida y llevar un estilo de vida saludable.
Los alimentos que ayudan a vivir más
Para cada edad es necesaria un tipo de alimentación y una determinada cantidad, un cuerpo en desarrollo no podrá asimilar los mismos elementos que un cuerpo adulto. Sin embargo, existen una serie de alimentos que, en su justa medida para cada persona en particular, ayudan a prolongar la esperanza de vida.
Es importante tener en cuenta que aquí se presenta información generalizada, cada persona debe consultar con su médico para consumir el tipo de alimentación y las cantidades más adecuadas para su cuerpo ya que, aunque el organismo funcione igual, en principio, en todas las personas, unas tendrán necesidades distintas a otras. Además de seguir unos hábitos de vida saludables para vivir más tiempo, puedes aumentar el consumo de los siguientes alimentos:
- Pescado azul. Ingiriéndolo varios días a la semana nos beneficiamos de los ácidos grasos omega 3, que aumentan el tiempo de coagulación sanguínea y disminuye así las probabilidades de sufrir arterioesclerosis. También tiene poder antioxidante. Los pescados que más omega 3 contienen son la sardina, el atún, la anchoa, el salmón y la caballa.
- Legumbres. Contienen minerales, fibra y proteínas. Sacian y combaten el colesterol malo, previniendo la obesidad, los problemas coronarios y la diabetes.
- Frutos secos. Contienen vitaminas, minerales, proteínas y oligoelementos, también una gran cantidad de omega 3. Son antioxidantes y positivos para el cerebro; así mismo, ayudan a disminuir el colesterol.
- Aceite de oliva. Contiene ácidos grasos monoinsaturados y es un gran antioxidante. Mejora los procesos de coagulación, con lo que disminuye el riesgo de sufrir infarto de miocardio. En la vejez, cuando todavía no se ha dado, consumir aceite de oliva puede prevenir las faltas de memoria provocadas por un deterioro cognitivo.
- Vegetales y frutas. Se trata de grandes antioxidantes que contienen agua, vitaminas, fibra, minerales, grasas saludables y proteínas, entre otros componentes. Con la ingesta adecuada de vegetales y frutas se previene el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, cáncer y accidente cerebrovascular. Muchos de ellos son antiinflamatorios y curativos.
- Cereales integrales. Tienen poder antioxidante, con un alto contenido en carbohidratos y fibra. Previenen la obesidad, la diabetes tipo 2, el cáncer de colon y reduce el colesterol malo que provoca enfermedades cardiovasculares.
Todos estos alimentos van a contribuir al correcto funcionamiento del organismo para que cumpla sus funciones a la perfección. El cuerpo es una máquina perfecta, pero es necesario un correcto mantenimiento. Pero además de aumentar la esperanza de vida es necesario que la calidad de vida nos haga felices. Para ello, además de la alimentación adecuada para cada persona, también es muy importante realizar algún tipo de ejercicio físico moderado, aunque sea caminar media hora al día. El pasear, además de bueno para la salud física, también lo es para la mental. Estar al aire libre hace que las situaciones se vean de otra manera y que se encuentren soluciones.
El tipo de ejercicio que puede practicar cada persona, así como su intensidad, vendrá determinado por su estado de salud y capacidad por lo que, del mismo modo que ocurre con la alimentación, será el médico especialista quien aconseje qué debes comer una persona y qué ejercicios deberías practicar. Por supuesto, todas las adicciones son malas, también los excesos en alimentación, bebidas alcohólicas, cafeína, tabaquismo y hábitos perjudican la longevidad.