Vivir con menos: el minimalismo como forma de vida

Minimalismo como forma de vida

Nuestro paso temporal por el mundo, la acumulación física de muchas cosas, nuestra limitada capacidad para mantener todo tipo de posesiones, hace que surja el concepto de minimalismo como forma de vida. Desde la antigüedad se decía que tener muchas posesiones hace que la vida sea más complicada y se reduzca la sensación de bienestar. La máxima que se seguía era aquello de "La felicidad no está en las pertenencias, está en las experiencias".

Algún día miraremos atrás del siglo XX y nos preguntaremos por qué poseíamos tantas cosas. Decía Platón que “La pobreza no viene por la disminución de las riquezas, sino por la multiplicación de los deseos”, eslogan que nos avisa de la deriva consumista sin sentido en la que estamos sumergidos. A continuación, te explicamos cómo empezar una vida minimalista y todas las ventajas que puedes extraer de este nuevo comienzo.

Cómo empezar una vida minimalista

¿Crees que todo cuando te rodea no te hace feliz? ¿Quieres empezar a vivir con menos, alejado del lujo y de los caprichos? Entonces es momento de que leas con atención los consejos que te proponemos para vivir con poco y empezar a dar más importancia a tu felicidad y no tanto a tus posesiones. Deshazte de los malos hábitos para mejorar tu bienestar, aprende a identificar lo que de verdad es importante para ti y empieza una vida minimalista con estas indicaciones:

1. Gasta menos dinero




Es posible vivir con menos, incluso se puede viajar, salir con los amigos o hacer la compra sin la necesidad de gastar tanto. Es es, precisamente, el primer paso hacia la libertad financiera y una forma de librarse de la obsesión por ahorrar y llegar a fin de mes. En este sentido, ¿te has sentado alguna vez a pensar en qué gastas el dinero habitualmente? ¿Eso te hace feliz? Puede parece una tontería, pero la vida minimalista te ayudará a relativizar los gastos diarios y te sorprenderás de la cantidad de dinero que puedes ahorrar haciendo unos pequeños cambios en tus hábitos de consumo más comunes.

2. Libérate del estrés

Las personas que son capaces de vivir con menos aprenden a lidiar con las situaciones de estrés y de ansiedad con más facilidad. De esta manera, si empiezas una vida minimalista, podrás tomar decisiones de una forma mucho más cómoda y rápida y disfrutar de la sensación de tenerlo todo bajo control. Sabrás qué debes hacer en cada momento y podrás solucionar los imprevistos como nunca antes lo habías hecho.

3. Más productivo

Los bienes materiales, nos guste o no, nos quitan tiempo para disfrutar de lo que verdaderamente nos importa. Hacen que estemos menos concentrados y hacen que focalicemos nuestra atención en adquirir esa televisión o ese ordenador que tanto nos gusta. Por ello, la vida minimalista nos ayuda a tener más tiempo libre y dedicar más minutos en tomar decisiones importantes y pasar el tiempo con nuestros seres queridos.

4. Más tiempo para ayudar a los demás

Decidir deshacerte de cosas materiales y empezar a vivir con menos es una oportunidad excelente para ayudar a las personas que más lo necesitan. Siempre podrás sacar tiempo y tendrás más dinero disponible para contribuir a otras causas, participar en actividades de voluntariado y hacer sonreír a quien está pasando por grandes dificultades sociales y económicas.

5. Felicidad

Si tuviéramos que definir el minimalismo en una sola palabra, tal vez escogeríamos el término Felicidad. Las personas que viven con menos bienes materiales aseguran ser más felices y positivas. Además, supone un sentimiento que se contagia y que crea grandes adeptos, más allá de la felicidad que nos aportan los caprichos. Tener menos cosas te hará más feliz y te hará sentir que vida solo hay una y que hay que disfrutarla desde la vertiente más humana de cada individuo.