¿Es malo dormir mucho?

Seamos sinceros: todos disfrutamos de una buena noche de sueño y de ese momento placentero de irse a dormir no nos lo quita nadie. Los expertos afirman que dormir poco no es bueno para salud, pero lo cierto es que dormir mucho tampoco lo es. Al menos eso señalan algunos estudios recientes que relacionan dormir mucho con problemas de salud como la diabetes, enfermedades del corazón y un mayor riesgos de muerte, sobre todo en aquellas personas que duermen más de 9 horas al día. En este sentido, podemos decir que dormir mucho es malo siempre y cuando durmamos más tiempo del estrictamente necesario todos los días.

Ten en cuenta que no debemos confundir el dormir mucho con dormir bien, ya que un buen descanso no sólo tiene que ver con las horas que debemos dormir, sino también con la calidad del sueño. En este artículo vamos a aclarar si realmente dormir mucho es bueno o malo y qué consecuencias tiene dormir mucho sobre nuestra salud física y mental.

Consecuencias de dormir mucho

Si te consideras una persona dormilona, es posible que te plantees la siguiente pregunta en más de una ocasión: ¿qué pasa si duermo mucho? Como ya sabrás, los médicos recomiendan dormir una media de ocho horas por las noches, ya que es el tiempo que necesita nuestro cuerpo para recuperar la energía, y adoptar horarios de sueño regulares. No pasa nada si un día estás perezoso y decides dormir un poco más, pero ten presente que no es aconsejable acostumbrar al cuerpo a dormir tantas horas todos los días y que mantener las horas de sueño es una buena manera de evitar enfermedades cardiovasculares y otros tantos problemas de salud.

Consecuencias de dormir mucho




Dormir mucho hace que nuestro cuerpo se relaje demasiado, hasta tal punto que nuestro organismo se vuelve más lento y nos sentimos más cansados y con menos energía para afrontar la rutina diaria. Ese tiempo en el que nuestro organismo apenas tiene actividad puede dar lugar a una sensación de letargo motivada por la ralentización de nuestras acciones. Con todo ello, las consecuencias de dormir mucho son múltiples y conviene conocerlas:

  • Minimiza nuestra capacidad de respuesta: el sueño provoca que la circulación y la actividad cardíaca se ralenticen, de manera que, si prolongamos las horas de sueño, estaremos alargando esa actividad y, por tanto, la cantidad de sangre que recibimos es mucho menor. Esto puede hacer que nos sintamos más cansados y decaídos a lo largo del día.
  • Aumenta el riesgo de padecer migrañas y dolores de cabeza intensos: esto también puede ocurrirle a aquellas personas con horarios de sueño irregulares.
  • Incrementa el riesgo de tener obesidad: un estudio ha revelado que las personas que duermen entre 9 y 10 horas diarias son un 20% más propensas a ser obesas que aquellas personas que duermen entre 7 y 8 horas.
  • Disminuye la energía y crea una sensación de cansancio perpetuo durante el día.
  • Acentúa los dolores de espalda y reduce la fuerza muscular.

Como ves, es importante controlar las horas que dedicamos a dormir. La solución no es dormir menos todos los días, ya que tanto dormir mucho como dormir poco pueden resultar perjudicales para nuestra salud y nuestra manera de afrontar el día a día. Lo mejor es dormir las horas recomendadas por los expertos y escuchar las necesidades de nuestro cuerpo en su justa medida. Así conseguiremos un perfecto descanso para estar activos y funcionar a lo largo del día con los cinco sentidos en marcha.