Boca arriba, boca abajo, de lado, en posición fetal... Son muchas las posiciones para dormir que podemos adoptar de forma más o menos consciente cuando descansamos. Hay personas que mantienen una misma postura durante toda la noche, pero otras, en cambio, van cambiando la colocación del cuerpo involuntariamente. Aunque los expertos aseguran que dormir boca arriba es una de las posiciones para dormir más recomendadas, si bien también es cierto que cada una de estas posturas para dormir presenta unos beneficios y unos inconvenientes que debemos conocer si queremos conseguir dormir bien y descansar lo suficiente.
A continuación, repasamos las 4 posiciones para dormir más comunes. Es posible que te sientas identificado con alguna de ellas. Por eso, te recomendamos que sigas leyendo para conocer las ventajas y desventajas de las distintas posiciones para dormir.
Dormir boca arriba
Dormir boca arriba sobre la espalda es, tal vez, la mejor postura para dormir. Evita los dolores de cabeza, cuello y espalda y la columna vertebral adopta una posición natural. No olvides apoyar la cabeza sobre la almohada y alinear la espalda y las piernas para evitar tensiones musculares innecesarias. No obstante, no es aconsejable que las personas que roncan duerman en esta posición, ya que provoca que los ronquidos sean más fuertes. Tampoco se recomienda a las mujeres embarazadas, especialmente si se encuentras en el tercer trimestre de embarazo.
Dormir de lado
Muchos expertos aconsejan dormir sobre el lado izquierdo, pues es en este lado del cuerpo donde se encuentra el corazón. Esta posición favorece la circulación sanguínea hacia el corazón y mejora el drenaje linfático. También mejora la digestión y la respiración.
Dormir boca abajo
Si optas por esta postura, es importante que conozcas los riesgos de dormir boca abajo y que intentes, en la medida de los posible, no permanecer en esta posición durante mucho tiempo. Dormir boca abajo acentúa los dolores de espalda y de cuello, dificulta la entrada de oxígeno a los pulmones y ejerce presión sobre las articulaciones. Lo ideal es que utilices una almohada fina para no dañar las cervicales y que trates de dormir boca abajo el menor tiempo que puedas.
Dormir en posición fetal
La posición fetal para dormir implica colocar el cuerpo de lado, formando una curva que, de ser muy pronunciada, puede dar lugar a dolores de espalda. Además, puede dificultar la respiración diafragmática y generar tensión o entumecimiento en el cuello y la espalda. Utiliza una almohada suficientemente gruesa para dar soporte al hombre, el cuello y la cabeza si quieres dormir en esta posición.