6 pautas para calmar un ataque de ansiedad

Calmar un ataque de ansiedad

La ansiedad puede ser confundida con la depresión o con el estrés, sin embargo, no son el mismo estado. La ansiedad es un mecanismo de defensa ante una situación que se considera una amenaza. Todas las personas pueden sufrir ansiedad en algún momento, es un estado natural cuando se percibe un peligro: se moviliza el organismo y se mantiene la alerta, haciendo que tomemos decisiones al respecto de la situación que la está provocando. Descubre los pasos que debes seguir para calmar un ataque de ansiedad y retomar tu bienestar en cada momento.

Cómo detener un ataque de ansiedad

Aunque todas las personas podemos sufrir ansiedad en algún momento, existen algunas que están más predispuestas que otras a sufrirlo. Cuando la ansiedad no se puede controlar puede convertirse en una enfermedad o provocarla. Existen varios factores que pueden hacer que una persona sea propensa a sufrir ataques de ansiedad: por genética, por otros factores biológicos, factores ambientales, capacidad para enfrentar los problemas y el estrés, la personalidad de la persona, su capacidad para aprender de las situaciones, factores ambientales y entorno social y familiar.

Si has detectado que tienes ansiedad o algunos de los síntomas de la ansiedad son palpitaciones, opresión en el pecho, taquicardias, sensación de falta de aire al respirar, temblores, incapacidad para comer o necesidad descontrolada de comer, cansancio, mareos, hormigueo, tensión muscular, entre otros. También se tienen síntomas psicológicos, intelectuales, de conducta y sociales. Tanto si se tiene predisposición a sufrir ataques de ansiedad como si solo se sufren ocasionalmente, es necesario saber cómo calmarlo. Te damos algunas pautas para calmar un ataque de ansiedad:

1. Identifica qué te está ocurriendo

Es un ataque de ansiedad, no te va a pasar nada, no es un ataque al corazón. Si tienes miedo de los síntomas los vas a agravar, evita entrar en pánico. Sin embargo, si tus palpitaciones son demasiado aceleradas, sí debes buscar ayuda.

2. Cambia los pensamientos negativos por los positivos

En la vida todo es cambiante. Las personas cambiamos constantemente, aunque no nos demos cuenta, entonces las situaciones, las necesidades y los sentimientos también cambian. No tengas pensamientos negativos sobre una situación, busca su parte buena, seguro que la hay.



3. Aprende a respirar

Si sabes cómo controlar tu respiración, podrás controlar los latidos de tu corazón. Para ello toma aire durante 5 segundos, emplea 7 segundos para retenerlo en tus pulmones y exhala durante 8 segundos. Repítelo hasta que te sientas mejor.

4. Resiliencia

Es la capacidad que tienen los seres vivos de adaptarse a situaciones, agentes o estados que le perturban. Si no puedes cambiar la situación, adáptate a ella, verás todas las oportunidades que tienes en esta nueva situación.

5. No huyas

Del lugar en el que te encuentres. Tanto si es en la calle, en un local, en tu casa o en casa de otra persona, el ataque de ansiedad solo va a durar unos minutos. Si huyes de ese lugar lo asociarás con la ansiedad, tu cerebro creerá que cada vez que estés allí te va a dar otro ataque. De ese modo, es probable que provoques el ataque, inconscientemente, la próxima vez que te encuentres en ese lugar o situación.

6. Pásalo y trata de olvidarlo

Has tenido un ataque de ansiedad, de acuerdo, muchas personas los sufren a lo largo de sus vidas. Pero ya ha pasado, no te centres en él, es solo un mecanismo de defensa que utiliza tu cuerpo, no te va a pasar nada más. Si no olvidas ese ataque de ansiedad, si lo revives constantemente con miedo a sufrir otro, sufrirás otro ataque de ansiedad.