Así afecta el estrés a tu salud

Cómo afecta el estrés al organismo

Se puede definir el estrés como el proceso que se pone en marcha cuando una persona percibe una situación o acontecimiento como amenazante o desbordante de sus recursos. El individuo se ve exigido y es un peligro para su bienestar personal. Aunque no siempre tiene consecuencias negativas en el bienestar, en ocasiones el estrés representa una excelente oportunidad para poner en marcha nuevos recursos personales, fortaleciendo así la autoestima e incrementando las posibilidades de éxito en ocasiones futuras.

A continuación, repasamos los efectos negativos del estrés en la salud y de qué forma puedes evitarlo.

Principales efectos del estrés en el organismo

¿Vives con frecuencia situaciones de estrés? ¿Quieres saber de qué manera afecta el estrés a la salud? Estas son solo alguna de las consecuencias que es estrés tiene en diferentes partes de nuestro cuerpo.

En la piel




Uno de las primeras damnificadas del estrés es la piel. En estados desbordantes de estrés, el cuerpo segrega adrenalina y cortisol, hormonas que provocan un desequilibrio hormonal que puede derivar en un sarpullido o urticaria lo que contribuye a la aparición de granos.

En el corazón

Esto es superficialmente, pero internamente el mayor afectado es el corazón. Este órgano, que es nuestro motor, puede sufrir el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. La razón es que el estrés aumenta el nivel de hormonas en la sangre, lo que puede dañar al corazón. El estrés también provoca un aumento en la presión arterial, inflamación en el corazón ya que aumenta el colesterol y los triglicéridos en la sangre. Incluso hoy en día se sabe  que el corazón palpite fuera de ritmo. Los peores tipos de estrés para el corazón son el estrés crónico, la impotencia, la soledad, la ira y el estrés agudo. Una cardiopatía en sí puede ser estresante. Muchas personas se sienten ansiosas y deprimidas después de un ataque al corazón o una cirugía. Esto es natural, pero también puede obstaculizar la recuperación.

En el estómago

Asimismo, es frecuente que las personas con ansiedad o algún tipo de estrés tengan mayor malestar en el estómago, ya el proceso digestivo está íntimamente conectado con el sistema nervioso central. Debido a esta íntima conexión, al aparato digestivo se le conoce también como "pequeño cerebro". Así, las preocupaciones o los momentos de ira, estrés o ansiedad afectan también al estómago. De hecho, se produce un vaciamiento gástrico y se producen náuseas, al mismo tiempo que en el intestino grueso aumenta la motilidad y se manifiesta en forma las diarreas.

En la boca

El estrés, también ataca sin piedad a la boca: hace que curiosamente el sistema inmune se debilite y disminuya la producción de saliva. Menos saliva implica que los ácidos aumentan y atacan directamente a dientes y encías.  La gingivitis, la periodontitis, el bruxismo o la aparición de aftas son otras de las consecuencias. Estas últimas son unas heridas blanquecinas que se forman en encías y mucosa, que pueden variar en tamaño y cantidad en la boca, son causadas por virus, bacterias y/o deficiencias del sistema inmunológico debilitado por el estrés.

En el cabello

El estrés físico o emocional puede causar la caída de la mitad hasta tres cuartos del cabello en el cuero cabelludo. Es posible notar el cabello más seco, con menos brillo y más quebradizo. Esto sucede por el hecho de que cuando no sometemos a períodos de estrés continuados, la hormona cortisol es segregada en mayor cantidad y también se captura en el pelo. Esto afecta al crecimiento del cabello y a su aspecto.