La macrobiótica debe concebirse como una filosofía integral que abarca todos los aspectos de nuestra vida. El objetivo es encontrar el equilibrio físico y mental para lograr el bienestar basándose en el simbolismo del yin y el yang.
Se trata de un tipo de alimentación que se basa en el consumo de legumbres, cereales y verduras siempre intentando que estén lo menos manipulados y procesados posible. Debemos aclarar que no es régimen que implique ser vegetariano aunque son dos decisiones que suelen ir de la mano.
Para la filosofía macrobiótica, al igual que lo que ocurre con el exceso de alcohol, cualquier cosa que comamos tiene un efecto en nuestro pensamiento y en nuestras emociones. Por eso es necesario estudiar los alimentos dependiendo de las necesidades de cada persona y clasificarlos en dos grandes grupos:
Otro planteamiento básico de la alimentación macrobiótica es que cada persona debe tener muy en cuenta sus genes a la hora de planificar su dieta. Esto se traduce en que debemos intentar consumir una mayor cantidad de alimentos cultivados en el lugar donde hemos nacido o al que pertenece nuestra genética. De esta forma conseguimos una mayor armonía entre nuestro cuerpo y los alimentos.
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