Una ducha relajante es, sin duda alguna, una de las mejores formas de relajarse al llegar a casa. El agua es una fuente de energía que cumple un papel protagonista en todo nuestro organismo. Además de mantener hidratado nuestro cuerpo, supone una ayuda ideal para lucir una piel más radiante y garantizar el correcto funcionamiento del organismo. No obstante, los beneficios del agua van más allá del apoyo interno. A continuación, descubrirás cuáles son los beneficios de ducharse con agua fría para la salud.
¿Por qué es bueno ducharse con agua fría?
Además de ser un importante antidepresivo natural, las duchas de agua fría suponen un remedio eficaz para reducir los problemas de circulación y aumentar los niveles de energía. Sigue leyendo para conocer más sobre los beneficios de las duchas de agua fría todos los días:
1. Mejora la circulación de la sangre
Un beneficio a simple vista de ducharse con agua fría es que hace que tu corazón lata más deprisa y tus músculos se flexionen haciendo que la sangre llegue de manera más efectiva a los músculos y órganos vitales. El agua caliente, en cambio, hace lo contrario, mueve la sangre hasta la superficie de la piel. Además de resultar una ayuda efectiva para las personas con problemas de circulación, el agua fría evita la aparición de varices y aumenta la presión sanguínea, algo que permite llevar mucho más oxígeno y nutrientes a todas las células del organismo.
2. Un arma para luchar contra la depresión
Los baños de agua fría liberan componentes químicos en el cerebro que mejoran tu humor, disminuyen el estrés y ansiedad y alivian la depresión. Desde la psicología nos recomiendan que se pruebe primero con una ducha de 30 segundos o 1 minuto máximo, ya que los nuevos hábitos implican al principio incomodidad. Estas duchas en invierno deberían ser bastante cortas para evitar la hipotermia. Este tipo de duchas aumentan nuestra a la resistencia a la frustración, fortaleciendo nuestro coraje: lo sencillo, quizás, es encender el gas o calentar la bombona eléctrica y usar agua caliente. Sin embargo, para ducharse con agua fría hace falta coraje porque es un estímulo que, sobre todo al principio, es desagradable.
3. Ideal para quemar calorías
Sí, sí, Aunque no lo parezca, el agua fría ayuda a perder peso. Las duchas frías incrementan la tasa metabólica. Las temperaturas frías fuerzan a tu cuerpo a regular la temperatura continuamente, lo cual utiliza muchas calorías.
4. Piel y cabello más saludables
El agua fría mejora el estado general del pelo, le da más brillo y más fuerza, mientras que el agua caliente abre los poros del pelo y hace que se produzca más grasa. Además, ¿sabías que el agua fría te permite lucir un cabello más fuerte y sano? También ayuda a prevenir la caspa y la caída del cabello, y a mantenerlo bien hidratado cada día.
5. Ayuda a recuperarse después del ejercicio
Las duchas de agua frías resultan ideales para recuperarse después de un entrenamiento intenso. Precisamente, los atletas suelen tomar baños con agua fría después de un entrenamiento duro para reducir el dolor muscular.
6. Activa el sistema inmunológico
Comenzar el día con un baño de agua fría ayuda a estimular las defensas del organismo y aumenta la producción de glóbulos blancos, fortaleciendo la resistencia del organismo frente a posibles enfermedades, como el asma, la gripe y los resfriados.