Si queremos adelgazar un par de kilos, lo mejor es perder peso de forma saludable. Al preguntarse cómo perder peso, muchas personas cometen un error al meterse en dietas para adelgazar rápidamente. Estas dietas no son recomendables ya que muy a menudo tienen un efecto rebote que provocan que acabes recuperando los kilos perdidos (e incluso alguno más). Es mucho mejor perder peso poco a poco de manera constante. Lo fundamental a la hora de hacer dieta es mantener una alimentación sana y equilibrada y hacer ejercicio a diario además de seguir algunos trucos que te ayudarán a perder peso sin sacrificar tu salud.
Consejeos para perder peso
- Establece un horario de comidas regular y relajado. Si comes sentado y despacio, dedicándole al menos una media hora, la comida te saciará mucho más y facilitarás su digestión. Es recomendable también descansar por lo menos 15 minutos después de la comida.
- Apuesta por frutas y verduras. Estos alimentos en general son bajos en calorías y son muy saludables. Por eso mucha gente apuesta por la frutoterapia para perder peso.
- Cuida tus horas de sueño y descanso. Según estudios científicos, las personas que duermen un mínimo de 8 horas son menos propensas a sufrir problemas de sobrepeso.
- Reduce las calorías. Lo mejor para perder peso de forma saludable es optar por una dieta hipocalórica, pero que en ningún caso debe sumar menos de 1.500 calorías.
- Se constante con tu dieta. De nada sirven las dietas radicales que duran cuatro días y que suelen tener efectos rebote. Mucho mejor trabajar en lograr unas costumbres de alimentación saludable y constantes. Está demostrado que las personas que pierden peso rápidamente lo acaban recuperando. Es mejor perder peso poco a poco.
- No te prohibas ningún alimento. La alimentación durante la dieta tiene que ser equilibrada, es decir, tiene que haber de todo. Reduce las cantidades de los alimentos con grasas, pero no te prives de nada.
- Bebe agua. Es importante consumir al menos dos litros de agua al día para mantener tu cuerpo bien hidratado. Puedes incorporar infusiones, como el té verde, a tu dieta para aumentar el consumo de líquidos, pero evita refrescos con gas y con azúcar.
- Haz ejercicio a diario, aunque sea caminar un par de kilómetros o incorporar la bicicleta como medio de transporte. Tu cuerpo lo agradecerá.