Causas de la intolerancia al alcohol

Si nos sienta mal alguna vez el alcohol puede ser casualidad, pero si nos sienta mal a menudo entonces deberemos averiguar si tenemos algún tipo de intolerancia al alcohol que nos provoque ese malestar físico cada vez que tomamos alguna bebida alcohólica. Los motivos por las que las personas somos intolerantes al alcohol pueden variar en cada caso, ya que puede ser algo genético o bien que exista algún factor añadido que nos impida tolerar bien el alcohol.

¿Por qué me sienta mal el alcohol?

Intolerancia al alcohol por herencia

Intolerancia al alcohol causas

La causa principal de una intolerancia al alcohol es una insuficiencia de la enzima aldehída deshidrogenasa en el sistema digestivo. Esto provoca que el organismo de las personas intolerantes al alcohol sea incapaz de metabolizar el alcohol y por tanto el estomago no puede digerirlo. El resultado es que nuestro cuerpo lo detecta como una sustancia tóxica e intenta expulsarlo por otros medios, dando lugar a reacciones físicas adversas.

Síntomas de la intolerancia al alcohol

La deficiencia de esta enzima que ayuda a metabolizar el alcohol es genética y pasa de generación en generación a través de la herencia genética.  Por eso, la intolerancia al alcohol es heredada. Las personas asiáticas son algunas de la más propensas a carecer de esta enzima porque existe una predisposición genética, pues al menos la mitad de los asiáticos no disponen de esta enzima para descomponer el alcohol.

¿Se puede desarrollar intolerancia al alcohol?

Otras causas de la intolerancia al alcohol

Causa de la intolerancia al alcohol


No obstante, no siempre la genética es la causante de la intolerancia al alcohol. En muchas ocasiones, el motivo se encuentra en el resto de ingredientes con los que se elaboran las bebidas alcohólicas, entre los que destacan:

  • Los sulfitos u otros conservantes presentes en vinos y cervezas.
  • Los productos químicos con los que se fabrican las bebidas alcohólicas, algunos granos como la cebada, el trigo, el maíz, el centeno...  u otros ingredientes como las uvas del vino.
  • La histamina: algunos procesos de fermentación y elaboración de la cerveza generan histamina. Esto genera que, por un lado, si somos alérgicos nuestro cuerpo reaccione, y por el otro lado, la histamina favorece la dilatación de los vasos sanguíneos, lo que puede provocar hinchazón de ojos y congestión nasal.

Otra posibilidad es que nos siente mal el gas que tenga la bebida o el refresco con el que lo combinemos. Tampoco nos sentará bien una bebida alcohólica si nos estamos medicando con algún tipo de antibiótico o antifúngico. Y lo mismo sucede si padecemos de hipertensión, ya que el alcohol sube la tensión.