La medicina macrobótica

La macrobiótica concibe el universo como una expresión de dos fuerzas antagónicas y complementarias representadas con el símbolo del Yin y el Yang.

Para la medicina macrobiótica, el propio ser humano está formado por una parte Yin (el alma, el estado de animo, el pensamiento) y una parte Yang (el cuerpo, lo físico, lo terrenal). De este modo todo lo que afecta a la mente, termina mostrando sus consecuencias o síntomas en el cuerpo y también en el otro sentido, todo lo que afecta al cuerpo termina afectando a la mente. Este es un principio del que podemos sacar varias conclusiones:

  • La medicina macrobióticaMuchas de las enfermedades, para la macrobiótica, tienen una explicación psicológica y emocional. El resfrío es cansancio acumulado, el dolor de pié es miedo a los cambios, y así un largo etcétera. 


  • Todo lo que afecta a nuestro cuerpo afecta a nuestro estado mental, por lo que la alimentación cobra un papel importantísimo. "Somos lo que comemos" y si le damos la vuelta a eso, nuestra alimentación podrá ser también nuestra medicina.

"Somos lo que comemos" y al igual que el consumo de alcohol o drogas afecta nuestra conducta y nuestro pensamiento (desinhibiendo, aumentando la agresividad, etc) la macrobiótica plantea que los alimentos que ingerimos a diario modifican nuestros pensamientos y emociones. Es decir que si comes demasiados alimentos yin tenderás a pensar y a ver las cosas de una forma y viceversa. Por eso mismo los alimentos son la medicina y la medicina son los alimentos.

La salud en la macrobiótica

La enfermedad es una manifestación puntual de la falta de equilibrio entre cuerpo-mente, por lo que no deberíamos tratar los síntomas (como lo hace la medicina científica occidental) sino la verdadera causa que se haya en ese desequilibrio. Para la macrobiótica pues, la alimentación es la forma más efectiva de modificar la energía Yang (el cuerpo) y de esa manera afectar positivamente al equilibrio con el Yin (la mente) aunque también se relaciona con las terapias mentales como la meditación o el shiatsu para mejorar el yin y lograr un equilibrio que se origine desde la propia mente.