Conocida también como Somatropina, la hormona del crecimiento es la principal responsable de aumentar la estatura y la masa muscular durante la infancia.
Además de esta función, esta hormona producida por la glándula pituitaria también juega un papel importante en otros procesos del organismo. Por ejemplo, es fundamental a la hora de controlar el metabolismo o reducir la cantidad de grasa corporal.
Sin embargo, hay personas que pueden nacer con un déficit significativo de la hormona del crecimiento, lo que puede dificultar algunas funciones básicas del organismo. Pero, afortunadamente, hoy en día contamos con fármacos que contienen esta hormona y que consiguen estabilizar sus niveles.
A continuación, analizamos las diferentes etapas del crecimiento hormonal durante la infancia y cómo afecta la hormona del crecimiento al desarrollo infantil.
Etapas del crecimiento infantil
Desde que llegan al mundo, los niños deben pasar una serie de controles médicos en los que, entre otras cosas, se valora su peso, su talla y su nivel de desarrollo en general.
Para establecer si el crecimiento de un niño es normal, el pediatra lo mide y lo pesa y registra estos datos en una tabla de crecimiento. De este modo, se compara el crecimiento del niño con el de otros menores de la misma edad. Las variaciones registradas en esta tabla de crecimiento se llaman percentiles.
Sin embargo, cuando el crecimiento de un niño no está dentro del rango normal y precisa aumentar su estatura, el pediatra debe mandar hacerle una serie de pruebas y referirlo al endocrino. Este especialista es el encargado de tratar los trastornos del crecimiento.
Como referencia, hay que tener en cuenta que un niño sano y sin problemas de crecimiento debe duplicar su estatura una vez cumple los cuatro años. Y es que, durante la pubertad, los niños suelen dar rápidos estirones de crecimiento.
Por eso, lo más normal es el que el pediatra detecte que un niño o niña no está creciendo al ritmo que debería a partir de los tres años. En este momento, se debe comparar su estatura y su crecimiento con el resto de niños y así evaluar si hay un problema de crecimiento.
¿Qué efectos tiene la hormona del crecimiento y cuándo se puede administrar?
Existen diferentes tipos de exámenes que ayudan a determinar si un niño puede necesitar fármacos que contengan la hormona del crecimiento. Este es el caso de algunos análisis en los que se puede determinar la edad ósea del menor, el nivel de secreción de Somatropina o su tolerancia a la insulina. Y, dependiendo de los resultados que arrojen estas pruebas, el facultativo recetará un suplemento para cubrir la deficiencia de hormona del crecimiento durante la etapa infantil.
Las dosis de esta hormona se suelen administrar a través de inyecciones que se deben pinchar a diario. Dependiendo del déficit en cada niño, el tratamiento puede llegar a durar hasta varios años. Por este motivo, se estima que cuanto más pequeño sea el niño, mejores efectos tendrá la hormona del crecimiento en su organismo y antes se empezarán a ver los resultados.
De hecho, está comprobado que un niño puede llegar a alcanzar una altura normal para su edad si el tratamiento con esta hormona empieza durante sus primeros años de vida. Pero, además de ser eficaz a la hora de acelerar el crecimiento infantil, la hormona del crecimiento también se emplea para tratar otras patologías. Como, por ejemplo, el síndrome de Turner, que es la falta de un cromosoma X que provoca una baja estatura.
Con esta hormona, también se puede tratar la insuficiencia renal crónica, que es la enfermedad que aparece cuando los riñones no son capaces de filtrar las toxinas de la sangre por sí mismos.
Por tanto, podemos destacar que la hormona del crecimiento es clave en el desarrollo infantil. Por ello, es importante que los más pequeños se hagan las revisiones pertinentes en caso de que presenten problemas de crecimiento.