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El mal de Alzheimer es, posiblemente, una de las enfermedades más crueles que existen, y a la vez una de las que nos muestra, de forma descarnada y sin concesiones, la grandeza del ser humano.
Por un lado, destruye nuestras habilidades y capacidades ligadas a la memoria reduciendo nuestra autosuficiencia, mientras lenta, pero inexorablemente, elimina nuestros recuerdos uno por uno hasta borrar por completo aquello que una vez nos hizo únicos: nuestra identidad. Por otro, nos revela que lo último en desaparecer en las personas es su capacidad de sentir, de vibrar al escuchar una canción, de emocionarse bajo el abrazo de un ser amado, aun cuando ya no se es capaz de recordar de quién se trata ni el amor que una vez nos unió a él.
Y muchas veces este ser amado es un familiar, de mayor o menor parentesco, que deja a un lado gran parte de lo que ha sido su vida hasta ese momento para dedicarse en cuerpo y alma al cuidado de un ser querido aquejado de este mal, sin certeza alguna acerca de cuándo acabará todo. No todos tienen el valor y la dignidad que hacen falta para caminar al lado del Alzheimer, pero aquellos que lo hacen demuestran sin reparar en ello que el ser humano puede ser maravilloso.
La fundación de Pasqual Maragall en su lucha contra el Alzheimer
Uno de los grandes referentes actualmente en la lucha contra esta enfermedad es la Fundación Pasqual Maragall. El expresidente de la Generalitat de Cataluña que trajo los Juegos Olímpicos de 1992 a Barcelona durante su alcaldía- y que da nombre a la fundación-, se propuso acabar con esta enfermedad cuando dio a conocer que la sufría.
En el año 2007 anunció públicamente que empezaba a padecer la enfermedad de Alzheimer, y en 2008 creó esta fundación con un objetivo: la promoción de la investigación científica sobre este mal con el objetivo de prevenir el alzheimer.
Pero su labor no se centra únicamente en la investigación. La Fundación Pasqual Maragall también brinda ayuda a esos héroes anónimos que son los familiares del enfermo de Alzheimer, a quienes el esfuerzo y la dedicación constantes al cuidado de sus seres queridos acaba pasando factura si no disponen de las herramientas y el apoyo necesarios para afrontar las diferentes fases del Alzheimer.
En este sentido, la fundación ofrece en su blog consejos y pautas de actuación contrastados, que al estar basados en la evidencia han demostrado su efectividad para hacer más llevadera la atención de los enfermos de esta enfermedad degenerativa. Además, aporta información muy útil sobre los trámites burocráticos relacionados con la atención médica y los recursos sociales para personas con Alzheimer y sus allegados.
Grupos terapéuticos para cuidadores de Alzheimer: cuidando a los que cuidan
Uno de los puntos fuertes de la Fundación Pasqual Maragall es su programa de grupos terapéuticos para cuidadores, a través de los cuáles enseñan a todo aquél cuidador que se inscriba a compartir su experiencia con los demás, a la vez que obtiene y transmite valiosos ejemplos de superación, así como recomendaciones muy valiosas, y descubre que no está solo en esta lucha, quizá el aspecto más importante de todos, puesto que sentirse comprendido y apoyado es un estímulo fundamental para mantener el equilibrio emocional durante esta etapa.
Como guinda final, cualquiera puede convertirse en mecenas de esta causa a través de la web de la fundación, y hacer su donativo para alcanzar entre todos un futuro sin Alzheimer.
Quizá Pasqual Maragall ya no pueda recordar los comienzos de la Fundación, pero gracias a su empuje inicial ésta sigue adelante cada vez más fuerte y con la misma determinación: la de derrotar de una vez por todas a esta enfermedad que se lleva nuestro bien más preciado, nuestros recuerdos, y en el trayecto hacia la meta hacer la vida más fácil a quienes conviven con ella.