Los seres humanos obtenemos todos los nutrientes y vitaminas que nuestro cuerpo necesita a través de la alimentación. Cuando ésta es la adecuada en función de nuestro peso, edad y estado de salud, no es necesario tomar nada más, ya que nuestra dieta incluirá todos aquellos aportes nutricionales que precisamos para desarrollar nuestra actividad diaria sin complicaciones y que nuestros órganos funcionen sin problemas.
Ahora bien, hay situaciones en las que el organismo no recibe todos aquellos aportes nutricionales necesarios para un correcto funcionamiento, por lo que es muy recomendable tomar complementos alimenticios que nos ayuden a suplir esas carencias.
Estas situaciones especiales responden a varias causas: momentos puntuales de nuestra vida en los que la alimentación se ve modificada por diversas circunstancias, modos de vida duraderos en el tiempo que incluyen una alimentación especial o condiciones de salud desfavorables que hacen necesario reforzar nuestra dieta con aportes extraordinarios de nutrientes. Veamos en detalle cuáles son las más frecuentes:
- Mujeres en estado de gestación. Cuando una mujer está embarazada es muy recomendable que reciba una dosis adicional de ciertos nutrientes para que el feto se desarrolle con total normalidad y sin complicaciones. Es el caso del ácido fólico, muy recetado durante los meses previos al embarazo, si se planifica con antelación, y a lo largo de las semanas iniciales de gestación. Este ácido previene la aparición de defectos de nacimiento asociados al tubo neural, como son la espina bífida y la anencefalia o espina dorsal abierta, y otros como el labio leporino y el paladar hendido.
- Personas con una baja exposición a la luz solar. Un exceso de luz solar puede llegar a ser dañina para nuestra piel, pero la ausencia de contacto con la luz que emite nuestra estrella también puede convertirse en un problema. Nuestro cuerpo necesita vitamina D para funcionar correctamente, y es la luz del Sol la que estimula la creación de esta vitamina en el organismo. Si por alguna razón nos vemos obligados a prescindir de paseos diurnos al aire libre por un período de tiempo prolongado, será necesario ingerir vitamina D a través de un complemento alimenticio.
- Personas con una dieta vegetariana o vegana estrictas. En muchos casos, aquellas personas que deciden seguir un régimen alimenticio que excluye por completo la carne e incluso cualquier alimento de origen animal como huevos y leche, siendo este el caso de los veganos, los complementos alimenticios son alimentos ideales para desintoxicar el organismo puesto que aportan un plus de vitaminas que difícilmente encontrarán en los alimentos que consumen, como las vitaminas D2 y B12.
- Personas de edad avanzada. Con la edad suele ocurrir que nuestro cuerpo no trabaja de manera tan eficiente como lo hacía unos cuantos años atrás, cuando extraía todos los nutrientes que necesitaba de nuestra alimentación diaria, y esta situación se ve acrecentada con la aparición de enfermedades propias de la vejez, así que en muchos casos es beneficioso recibir vitaminas mediante la ingesta de complementos alimenticios.
- Personas que realizan ejercicio físico exigente. Muchos deportistas, sobre todo aquellos que se dedican a disciplinas como la musculación, acostumbran a ingerir dosis extra de proteínas a través de batidos y preparados alimenticios especiales con el objetivo de ganar volumen muscular. No es imprescindible para conseguirlo, pero puede ayudar a lograr la meta deseada en menor tiempo y sin necesidad de ingerir mayores cantidades de alimentos sólidos ricos en proteína.
Nuestro consejo es que acudas siempre a tu médico si te encuentras en cualquiera de estas situaciones u otras similares, para que evalúe tu estado de salud y determine si tienes carencias nutricionales y vitamínicas que deban remediarse mediante la ingesta de complementos alimenticios. En muchos casos solo será necesario reajustar tu dieta, y en otros unos nutrientes adicionales en forma de cápsulas o comprimidos serán la solución.