Cómo empezar a ser vegetariano

Pasos para empezar a ser vegetariano

Cada vez son más las personas que apuestan por hacer un cambio radical en su alimentación y se decantan por un estilo de vida vegetariano. Sin embargo, no podemos dejar la carne y el pescado de golpe, ya que puede afectar a nuestro organismo. Por ello, es importante saber que el paso de una dieta omnívora a una vegetariana debe ser progresivo. ¿No sabes cómo hacerlo? Para ello, puedes contar con la supervisión de un profesional que te asesore sobre lo que es mejor para convertirte en vegetariano sin que te falten nutrientes y vitaminas. En este sentido, puedes encontrar una consulta de nutrición en saludonnet.com para recibir un asesoramiento personalizado en una gran variedad de centros. La salud es lo más importante. Por este motivo, te damos unas pautas para que adaptes tu alimentación poco a poco.

¿Qué debes tener en cuenta para ser vegetariano?

Ser vegetariano es un estilo de vida y debes tener muy claro por qué queremos dar este paso. Una vez que tomes la decisión, es importante tener en cuenta una serie de aspectos para que el proceso sea fácil y progresivo.

Escoge el tipo de vegetariano que vas a ser

El primer paso es decidir qué tipo de vegetariano vas a ser:

  • Pesco-vegetariano: comen pescado, leche y huevos pero no carne vacuna, porcina o avícola
  • Lacto-ovovegetariano: toman lácteos y huevos -son los más comunes-.
  • Ovo-vegetariano: eliminan de su dieta los lácteos y derivados.


  • Veganos: no consumen nada derivado de los animales, como miel, leche o huevos.

Los lunes veggie

¿Alguna vez has oído hablar de los lunes veggie? Consiste en empezar la semana renunciando a la carne, y es una buena forma de dar los primeros pasos en el vegetarianismo. Es  importante cambiar nuestros hábitos alimentarios de forma gradual hasta adoptar una dieta vegetariana de acuerdo con el modelo de vegetarianismo elegido. Precisamente, este es un buen primer paso. Podemos empezar alternando los días en que comemos carne y los que no, reduciendo poco a poco la cantidad de carne que comemos y aumentando la ración vegetal de nuestras comidas.

De este modo, tu cuerpo se adaptará paulatinamente a tu nueva dieta y evitarás los problemas que sufriríamos si hacemos un cambio radical. Por otro lado, abandonaremos las diferentes carnes poco a poco. En primer lugar, dejaremos la carne roja, luego el cerdo para continuar con el pollo y acabar con el pescado y el marisco. Si también has decidido dejar los lácteos, puedes cambiar la leche por bebidas vegetales, como la leche de arroz, avena, soja, almendras, etc. ¡Hay muchas alternativas!

Los cambios en tu alimentación

Mientras dure este proceso, tendrás que introducir cambios en tu alimentación, sustituyendo la proteína animal por la vegetal. No son exactamente iguales, pero sí que tenemos fórmulas para ello. Por ejemplo, el lugar que antes ocupaban la carne y el pescado deberían ocuparlo las legumbres, los cereales, los frutos secos, las semillas, el seitán y los derivados de la soja  como el tofu o el tempeh. Son alimentos ricos en proteína vegetal y muy fáciles de encontrar. Eso sí, para compensar la cantidad inferior de nutrientes deberías aumentar la cantidad de las raciones.

Poco a poco, irás descubriendo nuevos ingredientes que te permitirán disfrutar de una dieta rica y variada, que te aporte todos los nutrientes que necesita tu cuerpo. Lo mismo pasa si eliminamos de nuestra dieta lácteos, huevos o miel. Ya hemos mencionado las leches vegetales, que se pueden comprar en cualquier supermercado. En vez de huevos, puedes hacer tus tortillas con harina de garbanzos o aprovechar la mezcla de “huevo vegetal”, que se vende preparada. Y en vez de la miel, edulcorantes naturales como la estevia o el sirope de arce y ágave siempre son un acierto.

Evita comer alimentos con falta de nutrientes

Lo que no puedes hacer es convertirte en un vegetariano triple P: pizza, pasta y pan. Ser vegetariano no se limita a comer pasta y verdura, tenemos muchos alimentos vegetales que deberían formar parte de cualquier dieta omnínvora y que seguirán formando parte de tu dieta vegetariana. Además, puedes vegetarianizar muchos platos carnívoros para adaptarlos a tu nueva realidad. No olvides consultar con el médico la posibilidad de tomar suplementos de nutrientes y vitaminas, en especial si te sientes débil con el cambio de dieta.