La carne, la leche, las pieles y todos los productos industrializados procedentes del mundo animal se han convertido en elementos de consumo masivo en lo que no todo es tan bueno como parece. Ya no se utilizan los métodos tradicionales sino que se ha pasado a una producción intensiva que condena a los animales a sobrevivir en pésimas condiciones de higiene perjudicando gravemente su salud y también de aquellos que ingieren su carne.
Pero además de salvar decenas de vidas animales en tan solo un año, vas a poner tu grano de arena en la conservación de los recursos del planeta, ya que las dietas vegetarianas y veganas reducen considerablemente el consumo de agua (utilizada para cultivar el alimento de los animales).