En esta época del año la gripe se vuelve un lugar común entre las personas que nos rodean. Sin embargo, en el otro lado del mundo también se padece el mismo problema, pues el brusco cambio estacional primaveral genera en algunos casos reacciones alérgicas al clima que pueden desembocar en una gripe.
Si bien suele recomendarse la vacuna contra la gripe para prevenir esta enfermedad, el problema es que el virus de la gripe muta demasiado, así que el vacunarte sólo te asegura prevenirte contra unas pocas variantes de este virus.
Algo que puede ayudar muchísimo a prevenir un indeseable estado gripal es una buena alimentación que contemple las necesidades del organismo, y que sea lo suficientemente contemplativa con todos los alimentos, para que nuestro sistema inmunitario esté protegido ante la amenaza de este virus.
Una buena alimentación contra la gripe no puede dejar de contemplar alimentos ricos en vitamina C. Las frutas que contienen esta vitamina son varias, pero especialmente está presente en los cítricos. La naranja, limón, pomelo, fresas, kiwis y verduras como los coles o los pimientos son ricos en vitamina C, y tu dieta contra la gripe no debe darse el lujo de evitarlas.
Los lácteos, en sí mismos, presentan un recurso nutricional muy importante para prevenir la gripe o luchar contra ella en el caso en que ya se haya instalado. Intenta consumir más que nada yogures, que poseen bacterias que actúan equilibrando la flora intestinal.
También son muy eficaces otro tipo de nutrientes como el selenio que se presenta en los huevos, lácteos, cereales, legumbres y la carne. El zinc, por otra parte, también es importante, y está presente en los quesos, mariscos, hígado y frutos secos.
Si deseas evitar los medicamentos y acompañar esta alimentación contra la gripe con un buen tratamiento de plantas medicinales.