La arcilla amarilla es probablemente uno de los más eficaces tratamientos de cuidado para nuestros problemas internos y externos. Veamos aquí cuáles son sus beneficios.
Partamos por una de sus virtudes más saltantes, es rica en hierro y en potasio. Es por esto que es una gran generadora de defensas para el cuerpo a través de la eliminación de toxinas. Así, el uso de la arcilla amarilla puede aplicarse en casos de dolencia de los huesos o cansancio.
Por sus propiedades, la arcilla amarilla favorece la limpieza de los órganos internos, de los músculos. Además, ayuda en la cicatrización y en el cuidado de la piel externa.
Su aplicación, además, es un proceso muy relajante pues conlleva suaves masajes que revitalizan al paciente.