Transtorno bipolar

sindrome-bipolarEl trastorno bipolar es uno de los síndromes más distintivos de la psiquiatría y su característica singular es la manía. Esta se caracteriza por la presencia de un estado de ánimo eufórico, hiperactividad con falta de la necesidad de sueño y un optimismo aumentado que a veces es tan extremo que el juicio de los pacientes se encuentra alterado.

Los individuos muestran un aumento del deseo sexual, emplean un lenguaje desinhibido en materia sexual y suelen realizar bromas y comentarios que por lo general no son culturalmente aceptados. Un aspecto clave es que el comportamiento maníaco se distingue de la personalidad usual del sujeto, pero la instauración de aquél puede desarrollarse a lo largo de semanas o meses antes de que el síndrome esté completamente instalado.

En ausencia de un tratamiento efectivo, un episodio maníaco, aunque autolimitado, puede durar meses o años. La depresión que alterna con episodios de manía (depresión bipolar) se caracteriza por la presencia de síntomas más familiares. Un episodio maníaco único es suficiente para diagnosticar al trastorno bipolar, en tanto los síntomas maníacos no se produzcan por condiciones tales como el abuso de anfetaminas o la presencia de un feocromocitoma. Algunos pacientes presentan un único episodio maníaco en su juventud y episodios depresivos posteriores de manera frecuente, otros alternan episodios de manía y depresión en forma anual y algunos pueden presentar episodios maníacos cada cinco años y nunca uno depresivo.



La manía puede ser de distintos grados. Los episodios leves sin síntomas psicóticos y que no resultan peligrosos para el propio individuo o para otras personas se denominan hipomanía. Estos episodios pueden ocurrir en sujetos diagnosticados como enfermos bipolares pero también en pacientes solamente con historia de depresión. El síndrome depresivo mayor con episodios hipomaníacos se denomina trastorno bipolar II para distinguirlo del trastorno bipolar completo denominado trastorno bipolar I.

La enfermedad bipolar afecta aproximadamente al 1% de la población mundial y el tipo II es el más prevalente. Los pacientes que presentan 4 o más episodios de manía o depresión al año se denominan "de ciclos rápidos" y son muy difíciles de tratar. Un amplio estudio reciente demostró que el valproato no resultó superior al litio en el tratamiento de estos sujetos.

Para las mujeres con trastorno bipolar, el período posparto es de considerable riesgo y la enfermedad que se instala durante el posparto con episodios maníacos que se presentan semanas después de dar a luz es de mal pronóstico. El alcohol y la drogadicción con frecuencia complican el tratamiento de los pacientes ya que se exacerba su consumo durante la fase depresiva, agravando la depresión, y durante la fase maníaca debido a la característica de excitación de este período .

Algunos artistas famosos o líderes sociales tienen enfermedad bipolar y muchos de ellos, y algunos médicos, están convencidos de que el tratamiento farmacológico de sus cambios de ánimo puede reducir su creatividad, habiéndose demostrado que, por el contrario, son más creativos los pacientes tratados que los no tratados. Solamente las fases tempranas de la manía son las que aparentemente contribuyen a la creatividad, mientras que la manía totalmente instalada destruye tanto la creatividad como la productividad.