Las personas con síndrome de Down presentan ciertas características en el desarrollo de sus habilidades que nos permiten definir el déficit que padecen. Además, mantienen ciertos rasgos en su fisonomía que también caracterizan este padecimiento y de los que te hablamos en esta publicación.
El síndrome de Down presenta diferencias en el grado de retraso mental que produce en la persona. Sin embargo, esto no se ve igualmente reflejado en el aspecto físico. Los rasgos físicos de una persona con síndrome de Down no condicionan su nivel de inteligencia ya que es prácticamente una fisiología común.
Entre estas características físicas podemos encontrar la inclinación de los ojos hacia arriba o achinados. Las orejas pequeñas y con un ligero doblez en la parte de arriba. Además, la boca es más pequeña que la del promedio y la lengua aparece más grande de lo normal.
Una persona con síndrome de Down suele ser más pequeño que el promedio de personas incluso en la adultez. Tiene muy bajo tono muscular y el cuello más corto.
Finalmente, sus manos y pies son muy pequeños y su nariz también es pequeña e incluso achatada, en algunos casos, en el entrecejo.