Todo el mundo debería ir al dentista al menos una vez al año, aunque lo ideal sería hacernos una revisión dental cada 6 meses. Incluso aunque no notes ningún problema y sientas que todo está bien, no pierdes nada por acudir al odontólogo. No hay que subestimar la importancia de la odontología general para nuestra salud, ya que la ausencia de dolor o molestias no es sinónimo de que todo esté bien, y una visita a tiempo a nuestro dentista nos puede evitar problemas dentales en el futuro.
Acudir al dentista para un chequeo anual permite que el odontólogo haga una revisión completa en busca de caries, inflamaciones u otros problemas que pueda detectar. Muchas veces, aparecen antes de que sintamos el dolor o la molestia, y cuanto antes los tratemos, mejor. Si detecta que tienes algún problema de este tipo, el profesional se encargará de tomar las medidas necesarias para nuestro bienestar. De esta forma, evitamos que los problemas se agraven y se produzcan situaciones de mal aliento, dolor o incluso pérdida de piezas.
Prevención e higiene dental
Una revisión nos permite descartar la gran mayoría de problemas dentales, y esa debería ser razón más que suficiente para acudir regularmente al dentista. Crear este hábito también es algo muy importante entre los más pequeños, ya que es una forma más de reforzar la salud bucodental de pequeños y mayores. En el caso de los niños, las revisiones también nos sirven para controlar que su dentadura se desarrolla por los cauces normales, y ayuda a generar esos hábitos de limpieza tan importantes el resto de su vida.
Otra de las razones que tenemos para acudir periódicamente a nuestra cita con el dentista son las limpiezas bucales. Muchos de nuevos hábitos y alimentos oscurecen y ensucian nuestros dientes. Es por eso que dentro de las revisiones, el odontólogo puede decidir hacernos una limpieza bucal para evitar el avance del sarro y las caries, eliminando el sarro y las manchas tanto de los dientes como debajo de las encías. Son puntos a los que solo los profesionales de los dientes pueden acceder, no podemos limpiar esa zona en casa con el cepillo de dientes o con un enjuague bucal, y es una intervención necesaria para nuestra salud bucodental.
El resultado de todas estas acciones es una sonrisa perfecta, bonita y saludable, que nos da la confianza de saber que no hay ningún problema dental. Sobra decir que en caso de notar algún tipo de problema o dolor en los dientes, no esperaremos a que se cumpla el plazo para la próxima revisión, aunque queden unas semanas, sino que acudiremos al odontólogo en busca del diagnóstico y el tratamiento a ese problema. Cuanto antes actuemos, más rápida será la solución -y también más económica-.
Urgencias en caso de golpes en los dientes
Del mismo modo que si nos damos un golpe importante en el brazo acudimos a urgencias para comprobar que no haya nada roto y recibir el tratamiento adecuado, tras un golpe en los dientes iremos al dentista de urgencias. Si se ha roto un diente, lo primero que debes hacer es recoger el trozo de diente roto, enjuagarte la boca con agua templada y acudir rápidamente al dentista de urgencias para que te ofrezca la solución al problema. Recuerda limpiar tanto el diente como la boca para eliminar restos de alimentos.
Si el diente ha saltado por completo tras un golpe, intenta volver a colocar el diente -siempre tras limpiarlo- y acude al dentista. Si el diente no vuelve a entrar, colócalo en un recipiente con leche y ponte una gasa fría en el hueco que ocupaba el diente. Cuanto menos tiempo pase entre el golpe que produce la fractura o pérdida del diente y la visita al dentista de urgencias, más opciones tenemos de poder recuperar ese diente, así que no pierdas ni un minuto.