Cuidados y tratamientos de las uñas quebradizas

Cómo cuidar las uñas quebradizas

Las uñas son una de las zonas de nuestro cuerpo a las que se debe procurar más atención y cuidados, especialmente ante cualquier cambio o alteración de su estructura y naturaleza. El entorno puede afectar enormemente a su calidad, siendo las uñas quebradizas una dolencia muy común.

La búsqueda de un tratamiento para uñas quebradizas eficaz es una de las prioridades para todas aquellas personas que padecen este problema. Sin embargo, ¿cuáles son sus causas y qué hábitos podemos llevar a cabo para cuidarlas? A continuación, te lo explicamos.

¿Por qué aparecen las uñas quebradizas?

Las uñas quebradizas pueden darse como consecuencia del envejecimiento, la exposición repetida y prolongada al agua y a determinados productos químicos (como los productos de limpieza), así como al uso de esmaltes y quitaesmaltes de uñas durante largos períodos de tiempo. Por lo general, se establecen una serie de causas comunes:

Trastornos autoinmunes e inflamatorios

Las uñas quebradizas pueden ser el síntoma de una afección inflamatoria subyacente, como el liquen plano o la psoriasis.

Causas ambientales

La exposición frecuente y prolongada al agua puede dar lugar a unas uñas quebradizas. De hecho, es la causa más común de esta patología. A pesar de que la piel es resistente al agua, las uñas son absorbentes y se vuelven frágiles al mojarse y secarse repetidamente.

Productos para el cuidado de las uñas

El uso frecuente de productos para el cuidado de las uñas (quitaesmalte, acetona u otros) puede ser dañinos para las uñas. Muchos de estos productos generan deshidratación y pueden hacer que las uñas se vuelvan finas y quebradizas. Los productos de limpieza domésticos o industriales pueden ser absorbidos por las uñas, causando lesiones e incluso fragilidad.

Causas nutricionales

A su vez, es importante destacar el factor de la alimentación, ya que una nutrición inadecuada puede provocar uñas quebradizas.

Principales síntomas de las uñas quebradizas

Además de la evidente fragilidad de las uñas, existen otros síntomas que denotan de forma clara esta dolencia:

  • Sequedad


  • Agrietamiento y rotura
  • Decoloración
  • Crecimiento lento

En definitiva, las uñas cuando no están sanas muestran un aspecto frágil capaz de producir dolor y molestias en el día a día.

Cuidado y tratamiento para las uñas frágiles

El estado de las uñas quebradizas puede mejorar de manera importante, en primer lugar, manteniendo una correcta rutina de cuidados. Podemos destacar las siguientes tareas para el correcto cuidado de las uñas:

Hidratación diaria

Por un lado, existen diferentes cremas y aceites para las uñas que se pueden usar de manera diaria. Sobre todo, es muy recomendable una vez se hayan mojado y estén más debilitadas.

Otra opción para la hidratación de las uñas es la aplicación de una buena crema de manos, tanto en las uñas como en las manos durante el día. No obstante, hay que evitar que sea una crema demasiado grasa.

Cortar y limar las uñas cuando están mojadas

Muchas personas no saben lo perjudicial que es cortar las uñas secas. Al cortar y limar las uñas secas se empeoran las divisiones y aumenta la posibilidad de rotura. Por tanto, es aconsejable hacerlo hacerlo cuando están húmedas.

Uso de guantes

El uso de guantes protege eficazmente las manos y uñas de diferentes productos químicos. Los jabones y detergentes fuertes extraen los aceites naturales de la uña y dañan sus proteínas.

En cuanto a los tratamientos para las uñas quebradizas, se puede decir que lo más adecuado es una correcta combinación de una buena rutina de cuidados más la aplicación de determinados productos diseñados para fortalecer la uñas. Los productos con efecto remineralizante y reestructurante en las uñas son los más utilizados y los que poseen, por tanto, una mayor eficacia contra esta dolencia. Especialmente, aquellos que están compuestos por hidroxipropil quitosano, ya que actúan de un modo muy eficiente a corto plazo.

El tratamiento de las uñas quebradizas es un proceso que requiere paciencia. Las uñas crecen a su propio ritmo, por lo que puede llevar un tiempo ver los efectos del tratamiento. Como en muchas otras dolencias, el cuidado y la prevención es una de las mejores alternativas para mantener tus uñas sanas y fuertes.