Esta intolerancia nos puede privar del consumo de productos lácteos, o no, según el grado en que nos veamos afectados. Para estar prevenidos de qué podemos comer lee este post y prepárate a mantener una vida más sana.
La intolerancia a la lactosa no afecta a todos de la misma manera, por esta razón siempre será bueno prever cuán afectados nos vemos por este desorden orgánico a través de un examen médico.
Para los que sufrimos de intolerancia a la lactosa, la ausencia de lactasa (de la que ya hablamos en una publicación anterior) puede llegar a ser motivo suficiente para eliminar estos productos de nuestro menú.
Así, evitaremos consumir alimentos que puedan contener también derivados de la leche como los purés, las pastas, los bizcochos, los cereales, la mantequilla y el queso. Y, por supuesto, tener mucho cuidado con alimentos como el pan, los pasteles, sopas, batidos y galletas.
Sin embargo, para los que solamente sufrimos una baja de la sustancia lactasa se nos puede permitir comer casi todo. Pero siempre en pequeñas porciones, exagerar con el consumo si nos resultará perjudicial.