Migrañas o dolor de cabeza

migrana-y-dolor-de-cabezaLos dolores de cabeza están a la orden del día. El trabajo y el estrés hacen que a veces nuestro organismo se colapse y se manifieste a través de estas molestias. Un simple analgésico o un antinflamatorio nos calmará fácilmente, pero el problema aparece cuando son demasiado fuertes y se reiteran a menudo. Es entonces cuando se habla de migrañas o de jaquecas.

Más allá de un malestar ocasional, la migraña es una enfermedad que puede conllevar graves consecuencias que alterarán nuestro ritmo diario si no le ponemos solución. Todavía no se conocen las causas directas de esta dolencia, pero los médicos son capaces de indicar la forma de prevenirlas, así como los tratamientos más convenientes en cada caso. Por otro lado, conviene saber que existen diferentes tipos de cefaleas, y no todos son migrañas.

También llamada jaqueca, la migraña se caracteriza por ser una enfermedad crónica que presenta ataques de dolor muy fuertes y continuados y que, en ocasiones, acarrea náuseas, mareos y molestias producidas por la luz (fotofobia) o por el ruido (fonofobia). Asimismo, implica un descenso de la capacidad física, e incluso puede llegar a producir alucinaciones en la visión, vértigos, sudores o temblores.

Las crisis pueden durar desde cuatro horas a tres días dependiendo de la intensidad, con intervalos de tiempo sin molestias. La cefalea es el principal síntoma de las migrañas, y se produce de manera unilateral, es decir, que afecta a uno de los lados de la cabeza y de forma pulsátil, en forma de latidos. No obstante, la molestia es de intensidad variable, ya que a cada paciente le afecta de diferente forma y en cada crisis distinta ésta puede ir de moderada a grave. Además, se ha comprobado que el dolor de cabeza se intensifica con la actividad física.


Prevención y tratamiento
La mayor parte de los expertos asegura que la prevención es más importante que el tratamiento si se quiere evitar este mal. Y es que se conocen muchos de los factores que pueden provocar dolores de cabeza, por lo que evitar esas prácticas constituye la mejor prevención. Entre los elementos que disminuyen el riesgo de sufrir uno de estos ataques se encuentra la ingestión abundante de agua diariamente, así como la práctica de ejercicio físico.

Por otro lado, conviene evitar el estrés y dormir las horas mínimas necesarias. Para mejorar estos dos aspectos se recomienda aprender técnicas de relajación para evitar colapsarnos con la actividad diaria y poder descansar mejor durante la noche. Comer equilibradamente y evitar el alcohol o cualquier alimento que agrave el dolor, debe estar entre nuestras prioridades si padecemos esta enfermedad. Por último, es de especial importancia eliminar el tabaco, que causa y potencia el dolor de cabeza.

En cuanto al tratamiento, durante el ataque, hay que indicar que es de especial importancia mantenerse en reposo en un lugar donde se cuente son oscuridad y silencio. Asimismo, es muy útil la aplicación de compresas de agua fría y caliente de forma alterna sobre la frente y la base del cuello del enfermo. Para los casos más agudos, nuestro médico nos puede recetar algún fármaco para reducir y controlar el dolor.