Como todas las enfermedades, las várices pueden prevenirse o podemos nosotros ayudar a que no se desarrollen tan prontamente, ya sea que estemos predispuestos o no a padecerlas. Una de estas formas es haciendo ejercicio. Como en todos los temas de salud, es parte fundamental del adecuado funcionamiento de nuestro cuerpo.
La práctica de ejercicio constante es uno de los métodos más efectivos para evitar la aparición de las várices. Ejercitar nuestro cuerpo es igual a cuidarlo, y de esta forma podemos optar por una actividad entretenida y que mantendrá nuestro organismo en completo funcionamiento.
Los engranajes de cada parte de nuestro cuerpo tienen que estar en mantenimiento constante, ahí es por donde podemos empezar a ocuparnos de la prevención de las várices. En este punto el ejercicio se vuelve una de las formas más adecuadas y saludables de evitar las várices. Salir a correr, la natación, el básquet, todas estas son actividades que convienen a la hora de prevenir las várices.