Cuidado e higiene de un pircing

pircingAnte todo, seguridad

Aunque muchos piensen que van a la última moda por llevar un pendiente en la ceja, el ombligo o la lengua, la historia nos recuerda que se trata de una costumbre ancestral muy arraigada en diferentes culturas. Sin embargo, sí que es cierto que esta práctica en nuestro País cumple poco más que una década.



Hacerse un agujero en el cuerpo para colocarse un anillo 0 piercing, puede, no obstante, traer complicaciones si no se hace de la manera adecuada: infecciones viricas, reacciones alérgicas, sangrados, pérdida de sensibilidad en el área perforada, daño en los dientes o queloides (cicatrices gruesas en la zona perforada). Para evitar estos problemas, hay una regla fundamental: higiene extrema antes, durante y después de la perforación. En este sentido, debemos acudir a un perforador que asegure que todos los instrumentos están correctamente esterilizados o son nuevos (las pistolas perforadoras no pueden esterilizarse, por lo que no es recomendable hacerse un piercing con este instrumental. Además, el local debe estar absolutamente limpio y el profesional debe lavarse concienzudamente las manos y utilizar guantes e instrumentos estériles.

Si tienes alguna enfermedad (alergia, acné, trastornos de coagulación inmune deficiente. etc), debes comunicárselo al perforador, ya que, en muchos piercing está contraindicado. Por ejemplo, un pendiente en un pezón puede dificultar e, incluso, impedir dar el pecho.

Una vez puesto, no toques el pircing con las manos sucias ni permitas que lo toquen.  Hasta que no esté cicratazida la herida, no se debe nadar en piscina o mar y debes usar ropa cómoda que permita la traspiración de la zona perfora.

Para una correcta limpieza de la zona anillada, enjabona previamente con gel neutro y acláralas bien, lava la zona con suero fisiológico con el fin  de evitar infecciones, y sécalo de cocina 0 servilletas blancas, gasas, algodón ni toallas. A continuación lava de nuevo la zona con agua tibia y jabón neutro 0 de glicerina, sin mover arrancar las costras; enjuaga con agua para evitar residuos de jabón, y seca bien la zona. En caso de infección irritación, acude a tu médico de familia que valore el problema.