Comer es uno de los mayores placeres de la vida, por esto mismo es que debemos preveer que aquello de lo que nos alimentamos no nos vaya a perjudicar para disfrutar mejor la experiencia. Hablemos entonces de los alimentos que producen reacciones alérgicas.
Una alergia menos común que la del polvo, o la que concierne a los animales, pero igual de trascendente es la que aparece tras el consumo de ciertos alimentos. Desde pequeños podemos desarrollar reacciones adversas por comer alimentos como el huevo, la soya, el maní, la leche, los mariscos, las nueces e incluso el trigo. Estos por mencionar los más comunes.
Estas alergias se pueden desarrollarse desde los 5 años (incluso antes) y durar solo un tiempo o ser vitalicias. Por lo general, los alimentos de los que uno se vuelve alérgico hasta la edad adulta (o desde la infancia hasta la adultez) son el maní, los mariscos y las nueces. En algunos casos incluso el pescado se agrega a esta lista.
La única forma segura de evitar las reacciones alérgicas por estos insumos será evitando su consumo, o el de sus derivados. Sin embargo, podemos manejar las reacciones siempre y cuando estas sean menores.
Si la reacción se presenta en una pequeña roncha o comezón puede ser controlable. Todo esto sin provocarnos una intoxicación por supuesto.