¿Toses mucho en la oficina? ¿Dificultad para respirar en el trabajo? ¿Sensación de presión en el tórax mientras laboras? Si notamos estos síntomas, u otros relacionados a nuestras vías respiratorias solo durante sus horas de trabajo es probable que estemos presentando síntomas de asma ocupacional.
De acuerdo a la labor que realicemos en nuestros centros laborales puede que estemos más expuestos a ciertas sustancias que nos produzcan esta deficiencia. El asma ocupacional se puede presentar si por ejemplo, trabajamos en industrias que usen elementos químicos. Es probable que los vapores o los polvos usados en fabricación nos estén perjudicando.
La aparición de reacciones alérgicas, por ejemplo, a los pelos de los animales en el trabajo de contacto con ellos. El trato con diferentes tipos de sustancias químicas pueden sacar a flote una reacción corporal desfavorable como la falta de oxígeno si desempeñamos funciones en un laboratorio.
Es necesario tomar precauciones si realizamos una labor que nos produce síntomas de asma. El uso de una mascarilla o simples modificaciones en el ambiente de trabajo pueden ser la solución que requerimos.