Minerales que evitan los calambres
Una buena alimentación será un buen escudo para protegernos de los calambres y otras afecciones musculares. En ese sentido, nuestros hábitos alimenticios deberán incluir la ingesta de minerales como el hierro, el magnesio, el potasio, el calcio, el fósforo y el sodio para blindarlo.
Por ejemplo, el calcio y el fósforo comparten la cualidad de ser minerales que benefician a la formación de huesos y dientes. Es decir que ambos nutrientes velan porque estemos fuertes y nos brindan una buena base ósea para el desarrollo de todas nuestras actividades y para que los músculos tengan sedimentos muy sólidos.
Podemos encontrar estos minerales en alimentos como el pescado y el huevo.