Detectemos la ansiedad a tiempo
Lo cierto es que la ansiedad nos sucede a todos en mayor o en menor medida. Sin embargo, generalmente sus síntomas se vuelven muy difíciles de manejar o simplemente se disparan cuando una situación sale de nuestro control absoluto o parcial.
Probablemente, lo primero que comencemos a sentir será la falta de oxígeno, sudoración aguda en las manos, una extraña y amplia sensación de intranquilidad acompañada de nerviosismo. Estos síntomas de ansiedad suelen estar entre los más comunes.
Para combatirlos podemos empezar por cerrar nuestros ojos y buscar entrar en un estado de tranquilidad. La respiración profunda y prolongada, juega un papel muy importante en este momento porque nos permitirá disminuir el ritmo cardíaco y oxigenar nuestro cerebro, normalizando nuestras funciones.