Tu descanso, tus ojeras
Si bien es cierto que las ojeras aparecen inherentemente a la persona y de acuerdo a la sensibilidad de los vasos capilares en la zona peri-orbital (donde aparecen las ojeras), se acentúan si descuidamos aspectos importantes como el cuidado ante la inminente oxidación y el adecuado descanso.
Nuestro cuerpo necesita de reposo para que pueda generar una buena circulación y para que zonas como las de las ojeras no queden oxidadas y dañadas permanentemente, sino se recuperen poco a poco (acorde a su sensibilidad) con la correcta circulación de sangre por los vasos capilares.
La hidratación toma protagonismo en esta parte puesto que, recordemos, la hinchazón de las ojeras puede bajar mientras más hidratada (no genere rápida oxidación) esté nuestra piel. Podemos recurrir a recursos como la ingesta natural de agua, pero podemos ayudarnos también con tratamientos con ácido hialurónico, u otros productos del mercado cosmético.