La temperatura y su efecto en las várices
Otro de los cuidados que debemos tener con respecto a las várices es el que concierne a las temperaturas. Las temperaturas extremas pueden ser fatales, ni muy altas ni muy bajas y menos aún, el cambio brusco que nos pone aún más sensibles.
Así es que con esto en cuenta, evitemos tener cerca los sistemas de calefacción y el aire acondicionado directos a nosotros. Además, será recomendable evitar las depilaciones con cera caliente, el acercamiento prolongado a hornos u hornillas, y por supuesto, la sobre exposición al sol.
Si no queremos empeorar y generarnos una úlcera varicosa (que es el estado más grave en el que pueden estar las várices) tendremos estos cuidados, además de los otros de los que ya hemos hablado en publicaciones anteriores.