La macrobiótica proviene del mundo oriental (Japón) y se considera una filosofía de vida que utiliza la alimentación como mecanismo de concentración y desarrollo personal. No es solamente una dieta o una forma de comer sino que se trata de una visión global de la vida y el mundo que se aplica a muchos más ámbitos del día a día.
Al igual que ser vegano y otras formas de alimentación, la macrobiótica implica la búsqueda del bienestar y el equilibrio personal por lo que partimos de la base de que la alimentación es algo muy importante para sentirnos bien.
Los principios de la macrobiótica
La filosofía macrobiótica gira en torno a la idea de que todo en el mundo debe observarse de manera integral, es decir, inmerso en el contexto al que pertenece. Por eso la representación del mundo macrobiótico utiliza simbólicamente el yin y el yang. El equilibrio de estas dos fuerzas opuestas y complementarias será el objetivo de la alimentación y de la propia vida.
La alimentación macrobiótica
En cuanto a la alimentación, la macrobiótica clasifica los alimentos aplicando su visión dualista del mundo en el yin y el yang. Se trata de un tipo de alimentación que se basa en el consumo de legumbres, cereales y verduras siempre intentando que estén lo menos manipulados y procesados posible. Debemos aclarar que no es régimen que implique ser vegetariano. A pesar de ello son dos decisiones que suelen conjugarse.
La medicina macrobiótica
El principio básico de la filosofía macrobiótica es que somos lo que comemos. Al igual que el consumo de alcohol o drogas afecta nuestra conducta y nuestro pensamiento (desinhibiendo, aumentando la agresividad, etc) la macrobiótica plantea que los alimentos que ingerimos a diario modifican nuestros pensamientos y emociones. Es decir que si comes demasiados alimentos yin tenderás a pensar y a ver las cosas de una forma y viceversa. Por eso los alimentos son la medicina y la medicina son los alimentos.
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