El sonambulismo no es una enfermedad, sino una alteración del sueño que ocurre cuando una persona sale de la cama y camina con los ojos abiertos mientras continúa dormida. Suele producirse durante la etapa del sueño MOR y es frecuente tanto en niños como en adultos. Ser sonámbulo no significa que la persona padezca una enfermedad grave, sino que es protagonista de un trastorno del sueño de causa desconocida y contra el cual no existe un tratamiento eficaz.
Para evitar que el sonambulismo provoque consecuencias más preocupantes (como la agresividad del sonámbulo), es importante poner en marcha una serie de hábitos que ayuden a prevenirlo o, al menos, a controlarlo.
Aunque el sonambulismo suele darse en niños, también se conocen casos de adultos y ancianos sonámbulos. No obstante, en estos casos, es importante realizar estudios médicos, ya que enfermedades mentales o cerebrales podrían estar detrás de este trastorno.
En general, el sonambulismo no requiere tratamiento, ya que puede darse a causa del estrés, la fatiga o la falta de sueño y no conviene darle mayor importancia, al menos en el caso de niños de 5 a 12 años, aproximadamente.