El consumo de cigarros afecta a nuestro sistema cardiovascular, al corazón directamente y de una manera en la que no podemos verlo con nuestros propios ojos, pero actúa silenciosamente y en grave perjuicio de todo nuestro organismo.
Parte de las funciones que cumple nuestro corazón es velar porque la circulación de la sangre llegue a todos los rincones de nuestro cuerpo de manera segura. Así, al bombear la sangre hace que los nutrientes (así como los desechos) pasen por nuestro sistema para llegar a su paradero. En este punto, otro organismo decidirá el destino final de la sustancia transportada, que sea para absorción o desecho según convenga.
De esta manera también se transportan los químicos del cigarro, perjudicando no solo al corazón sino a todo el sistema cardiovascular, lesionando también a los vasos sanguíneos, comprometiendo otros sistemas, provocándonos la grave consecuencia de la elevación de la presión arterial y no permitiendo que nuestro organismo trabaje en beneficio de nuestra salud. ¿Te parecen pocos motivos para dejar de fumar?
Por todo esto, detengamos su consumo a tiempo. Consulta los beneficios de dejar de fumar >>