Una buena forma de evitar las enfermedades de la piel es manteniendo una buena higiene. Por esto te recordamos algunas medidas a tomar en cuenta el cuidado de nuestra piel y de nuestro organismo para evitar complicaciones a largo plazo.
De este modo, tomemos en cuenta que lavar nuestra piel es sumamente importante, y más aún en ciertas ocasiones, para evitar enfermedades. Por ejemplo, si hemos sudado al hacer alguna actividad física será sumamente importante darnos una buena ducha fría y lavarnos la cara con cuidado. Esto tiene dos grandes implicancias. La primera es que la ducha fría, a la vez que nos refresca, no lastima ni expone a temperaturas muy altas nuestra piel. Así mismo, no la perjudica como sí lo hace el agua muy caliente en la ducha.
Además, el rostro es un área de nuestra piel que siempre debe permanecer limpia ya que es una de las zonas que recibe más contaminación y más directamente. Lavarnos la cara a cada momento no es bueno, pero sí será conveniente lavarnos cuando menos dos veces al día para que no se acumulen las impurezas.